lunes, 25 de junio de 2012

La Construcción de la Salud y de la Enfermedad


LA CONSTRUCCIÓN DE LA SALUD Y DE LA ENFERMEDAD

La dimensión social de la construcción de la salud y de la enfermedad abarca varias vertientes que resulta útil comparar. En efecto, las relaciones entre lo biológico y lo social, así como la importancia que van teniendo cada uno de ellos, se presentan de forma distinta según nos interesemos por la práctica biomédica, por las representaciones que de ella se hacen los profesionales, por el punto de vista de los profanos en general, o por el de los propios enfermos, con mayor o menor grado de deficiencia.
 Pero resulta aún insuficiente apuntar el carácter necesariamente relativo e ideológico de la construcción oficial (científica) de la salud y de la enfermedad. Henri Péquignot definió la medicina como «el encuentro de una técnica científica y de un cuerpo». Se pone así de relieve que, por importante y dominante que sea la influencia de la ciencia biomédica en la construcción de la salud y de la enfermedad, la práctica médica y el sistema sanitario difícilmente pueden comprenderse sin tener en consideración que constituyen el producto de un encuentro en el que participan el especialista, el médico/ enfermo.
 La concepción de la salud y de la enfermedad está la idea de totalidad que van destacando varios autores y a la que ya aludí implícitamente al hacer alusión a las relaciones entre las ideas en torno a la salud y a la enfermedad y las que configuran la imagen de persona. Y es que, en efecto, se puede decir de la enfermedad lo que Pierret constató con respecto a la salud: «Hablar de la salud es hablar de la vida», o sea, del conjunto de las prácticas corporales y sociales.
 Todos estos aspectos como a higiene, la alimentación, la sexualidad, el ocio, el deporte, el hábitat, el trabajo, la educación, la salud y la enfermedad, las representaciones en torno al cuerpo, la vida y la muerte, la concepción de la persona y las relaciones con los demás, etc., constituyen una totalidad que resulta difícil deslindar las unas y las otras. Al proporcionar el conocimiento de la cultura que falta normalmente en los estudios cuyo fin es conocer las representaciones que circulan en torno a la salud y a la enfermedad en general, o a éstas con respecto a un determinado colectivo que no tiene más punto en común que el de padecer una misma enfermedad, los estudios de comunidad son los que más claramente permiten destacar esta característica fundamental de la construcción de la salud y de la enfermedad por el profano.
Si la construcción de la salud y de la enfermedad tiene dos caras que el ámbito simbólico abarca varias dimensiones, no excluyentes entre sí, estableciéndose entre lo biológico y lo social las cuales tienen relaciones diversas.  Aunque este tema me parece un poco complejo ya que lo relacionada con ambas palabras siempre causara polémica.


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